El Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) ha incorporado unas bombas de gran tamaño, impulsadas por el Ministerio de Infraestructura, que reforzarán el sistema de agua potable en el sur de Neuquén capital. Este esfuerzo es parte de un plan integral para mejorar el abastecimiento de agua a más de 160,000 residentes que dependen del río Limay. La inversión, que superó los 250 millones de pesos aportados por el Gobierno provincial, busca mejorar el servicio en los barrios cercanos al río. Las nuevas bombas, tres centrífugas verticales con motor trifásico, tienen la capacidad de bombear 250,000 litros por hora desde el río, permitiendo así su posterior potabilización y distribución. Este otoño, periodo en que la demanda de agua es menor, se realizarán las instalaciones y pruebas necesarias para asegurar el sistema esté listo para el verano. El presidente del EPAS, Gustavo Hernández, subrayó la importancia de estas inversiones, mientras se espera la ampliación de la Planta Potabilizadora Mari Menuco, clave para asegurar el suministro futuro de agua. Luciano Bautista, gerente de Producción de Agua del Servicio Neuquén, indicó que con estas medidas, el agua producida en el Sistema Río Grande aumentará en un 50%, mejorando el abastecimiento en la zona sureste de la ciudad en los próximos meses.