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Un rionegrino conquistó Alemania con alfajores: el sabor patagónico que traspasó fronteras
22 abril, 2025

Lo que empezó como una forma de matar el antojo terminó siendo un emprendimiento que conquistó el paladar europeo. Juan Pablo Melchiori, nacido enVilla Regina, se instaló enAlemania hace seis añosy desde la ciudad deNúrembergelabora alfajores artesanales que se comercializan bajo la marca“Patagonien”, con envíos aAlemania, Italia y Argentina.Durante la pandemia, Juan Pablo extrañaba los sabores de casa. Así nació la idea: “Siempre me gustaron los alfajores. En Argentina son parte de nuestra cultura, como el mate o el asado”, cuenta. Lo que comenzó como una receta casera para compartir entre amigos terminó transformándose en un proyecto serio, que hoy es su modo de vida.De la cocina casera a la panadería certificadaLa normativa en Alemania es estricta: para producir alimentos de forma legal, Juan Pablo tuvo que estudiar y certificar su formación como panadero. El proceso fue largo, con exámenes, inspecciones y pruebas. “Tuve que convencer a los inspectores de que podía hacer alfajores de calidad, algo que nunca habían visto antes en Alemania”, recuerda.Con el certificado en mano, empezó alquilando una panadería por las tardes y luego proyectó su propio local, que abrirá próximamente en Núremberg. “El sueño es que la gente pueda venir, tomar un café y sentirse como en una partecita de la Patagonia”, se ilusiona.Alfajores con sello argentino, pero adaptados al gusto europeoEl mercado alemán no está acostumbrado a los dulces tan intensos, por eso Juan Pablo tuvo que ajustar la receta: alfajores más pequeños y menos dulces, sin perder el alma argentina. Eldulce de leche, al principio difícil de conseguir, ahora llega desde España gracias a una alianza con productores que le garantizan calidad y volumen.Ofrece variedades clásicas estilo Mar del Plata, denuez con chocolate blanco, versiones veganas condulce de batata o membrillo casero, y hastaconitosque abastecen a heladerías y eventos privados.De Núremberg al mundoGracias alboca en boca, su marca creció a pasos firmes. Hoyexporta a Italia, tieneclientes argentinos que ya no traen alfajores desde el paísy recibe pedidos online desde distintos puntos de Europa. Su objetivo es claro: consolidar la marca entodo el continentey desembarcar enEstados Unidos.“Cada vez que alguien me dice que mis alfajores le recuerdan a su infancia en Argentina, siento que lo que hago tiene un sentido mucho más grande”, afirma.Con sabor a nostalgia y corazón patagónico,Juan Pablo Melchiorilogró que un clásico argentino conquiste otras latitudes. Hoy, sus alfajores no solo endulzan el paladar europeo, sino que también conectan con la identidad y la memoria de miles de argentinos en el exterior.