En una inesperada vuelta de eventos en la investigación sobre los sabotajes al sistema eléctrico en Chos Malal, un bombero local llamado Gustavo Parnesari confesó su implicación en los ataques al servicio del Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN). Durante una audiencia, Parnesari aceptó su culpabilidad, lo que llevó a la fiscal Natalia Rivera a proponer un acuerdo parcial respaldado por la jueza de garantías. Aunque la pena no se decidió, se dispusieron medidas para evitar la prisión preventiva, incluyendo la prohibición de salir de Chos Malal, contacto con otros acusados y testigos, y la necesidad de fijar domicilio. Otros tres individuos enfrentan acusaciones por los actos del 20 de febrero y 5 de marzo, donde se usaron cadenas y herramientas para interrumpir el suministro eléctrico en varias áreas. Estos actos provocaron un apagón de 18 horas en el norte de Neuquén. Los cargos incluyen daño calificado y sabotaje de líneas eléctricas, con Parnesari implicado como coautor principal en estos delitos.