Una mujer fue víctima de acoso callejero en Cipolletti mientras volvía del trabajo en bicicleta. Un hombre, también en bici, la abordó, revelando que la había estado siguiendo y solicitando su número de teléfono, lo cual la alarmó y la llevó a denunciar el incidente. El hecho se registró el 28 de febrero, y la denuncia fue presentada el 13 de marzo en el Juzgado de Paz. El acosador admitió su comportamiento y pidió la suspensión del proceso legal a cambio de asumir ciertas condiciones. Entre las medidas cautelares, se le exigió asistir a una capacitación sobre género y masculinidades, a realizarse en el plazo de un mes, y se comprometió a no reincidir en conductas similares por seis meses. El juzgado, apoyado en la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres y normativas locales, determinó que la conducta del acusado era intimidante y afectaba la dignidad de la víctima, por lo que se consideró en el marco del acoso callejero. Esta solución busca crear conciencia y prevenir futuras situaciones de similar índole.